Archivo de la categoría: negocios

Esta tarde vuelvo a ser coFundador de BuyVIP

Esta tarde (26 de febrero) me han pedido que participe en una mesa redonda en el Satelec 2014 de mi escuela ETSIT de la UPM.

Como casi siempre que me llaman de mi Escuela, procuro participar y ayudar, incluso si es para hablar de emprendimiento (para lo que ya hay tanta gente tan bien preparada para hablar) ;-)

Cuando veo que siguen eligiendo el título de co-fundador de BuyVIP como primer resumen de mi experiencia, pienso que nunca me libraré del «efecto Luke Skywalker» (el actor que interpretó este papel en StarWars nunca más pudo trabajar en ningún otro papel en cualquier otra película). :-D

Acabo de publicar en http://www.medianet.es/medianet-y-buyvip-play-sam/ un pequeño resumen de este caso de éxito que no fue un éxito mío sino de toda mi empresa www.medianet.es y de otros socios. En MediaNet llevamos 18 años trabajando muy duro en diversos proyectos y donde ya nos estamos preparando para la «próxima canción del verano».

Etiquetado , , ,

El poder del «sueldo emocional»

Imagen

 

¿Conocéis a alguien que últimamente haya dejado un trabajo bien pagado para «hacer algo que le gusta»?

¿Os habéis encontrado con alguien que ha pedido una excedencia en su trabajo para poder «cambiar de aires»?

¿Os parece lógico que haya gente prejubilada prematuramente que quiera trabajar, aunque sea con un sueldo simbólico, para seguir aprendiendo, para tener un reto intelectual, para contagiarse de un equipo entusiasta con una idea?

¿Habéis encontrado alguna vez un amigo que ha dejado su jaula de oro en algún trabajo para volver a ponerse a prueba, a retarse a sí mismo?

¿Te parece ciencia ficción que alguien deje un trabajo seguro en los tiempos que corren?

Afortunadamente, por mi trabajo, tengo la suerte de estar rodeado siempre de colaboradores, clientes y amigos que no tienen miedo a cambiar de trabajo porque creen firmemente que la seguridad profesional no se consigue aferrándose a supuestas conquistas profesionales sino precisamente poniéndose a prueba en todo momento, manteniéndose al día como mejor estrategia de mejora y supervivencia.

Y cada vez más, parece que precisamente este tipo de gente, que no le tiene tanto miedo al cambio, al reto, al aprendizaje continuo, a abandonar un supuesto status de seguridad y reconocimiento, son precisamente quienes, cuando cambian de trabajo, menos importancia dan a su próximo sueldo.

Y es que, siguiendo la didáctica pirámide de Maslow, pareciera que el trabajo sólo debe aportarnos dinero y éste ser meramente el medio para cubrir las necesidades básicas de los primeros escalones de dicha pirámide.

Pero el trabajo, al igual que la familia, o la educación, o el ocio, son ejes transversales que todos ellos contribuyen en cualquiera de los escalones de nuestra jerarquía de necesidades.

El trabajo, además de dinero, nos aporta (o no) amigos con los que compartimos mucho tiempo de nuestras vidas; nos aporta (o no) la sensación de pertenencia a un proyecto o una identidad común; nos hace identificarnos (o no) con valores profesionales y personales; nos hace crecer (o no) hacia un objetivo profesional en el que queramos vernos dentro de unos años (o no).

Por ello, cada vez más gente, cuando define un siguiente paso profesional, relativiza su retribución económica respecto a otras formas de retribución: retos intelectuales, proyectos interesantes por su contenido o por su impacto en los demás, gente de la que rodearse para aprender y con la que complementarse; ambiente y estilo de trabajo; libertad y autonomía para dar nuestro toque personal al trabajo que hacemos…

Si vemos las 4 empresas de mayor capitalización bursatil en USA en este momento, veremos que 3 de las 4 están basadas en conseguir atraer, retener, motivar a «gente con talento». Y que lo que vincula a esta gente con talento con la empresa es la existencia de otra gente con talento y de proyectos y entornos pensados para desarrollar dicho talento.

Como empresa de la nueva economía del siglo XXI, cuando quieres tener a los mejores «cerebros de obra» y no «mano de obra» y sólo tienes dinero para ofrecer estás empezando a entrar en problemas. En mi sector (ingeniería, software, etc) tengo más que comprobado que los proyectos salen bien exclusivamente por tener a gente con capacidad y con compromiso. La personas con mayor capacidad no se «reclutan» si no que se convencen gracias a otra gente con talento. Y el compromiso «no se compra» sino que se construye, como las emociones, por contagio.

Por eso, las empresas pequeñas o medianas tenemos una enorme oportunidad sobre las grandes en este momento y todos los días vemos ejemplos de sectores que se remodelan destronando a grandes jugadores por la iniciativa de alguien «pequeño».

Mirad donde lleva a cualquier gran empresa confundir a las personas con recursos. Probad a reclutar personal experto en tecnología utilizando el modelo «superlopez» de la compra de suministros.

Y es que los pequeños y los medianos ;-) todavía tenemos «alma» de empresa, somos capaces de compartir con nuestros colaboradores (o trabajadores) proyectos en común, proyectos a la medida de lo que todos queremos construir…y podemos pagar a todos nuestros colaboradores mucho más que la competencia gracias a una moneda (emocional) que se cultiva y se desarrolla en organizaciones con ideales y que desgraciadamente escasea enormemente en las grandes corporaciones.

Etiquetado , , , ,

Emprendedor: Ese error de concepto de los políticos

Imagen

Según la RAE (Real Academia de la Lengua), lo primero que vemos al consultar el significado de la palabra «emprendedor» es que se trata de un adjetivo, y no de un sustantivo. El adjetivo significa «que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas» (referencia RAE).

Entonces, les pregunto… señores políticos y metatrabajadores (esta palabra me la invento yo si es que no existe ya, y es para los que trabajan sólo hablando del trabajo de los demás)… ¿por qué pensamos que emprendedor es una alternativa a parado, o a autónomo, o a empresario, o a jubilado, o funcionario…? Todos estos aplican como sustantivo cuando hablan del status laboral de una persona. O ¿por qué pensamos que son un complemento a «empleo» que es un sustantivo (escaso eso sí)? Empleo y Emprendedores. Es como si dijéramos «Parados y pesimistas», o «Autónomos y solitarios» o «Funcionarios y conservadores…» Hay correlaciones que hacen que estos sustantivos y adjetivos se unan a menudo, pero no mezclemos como arma de despiste.

Los «fomentadores de empleo» se han adueñado de una palabra que es una actitud (normalmente positiva ante los riesgos que nos presenta la vida en cualquier ámbito) para convertirla en una supuesta tabla de salvación al drama del paro. Están consiguiendo desgastar tanto la palabra que en breve volveremos a verlo con un calificativo peyorativo para alguien que no tiene otra cosa mejor que hacer. En el pasado la connotación del adjetivo era negativa respecto a los negocios, se decía que una persona era emprendedora o aventurera cuando se liaba la manta a la cabeza con demasiada facilidad. Evidentemente era una percepción muy negativa que nos ha pasado factura dado que inhibía a mucha gente con ganas de hacer, con ganas de cambiar y ganas de crear.

Pero hoy nos hemos ido al otro extremo. ¿no se puede ser funcionario emprendedor? Yo supongo que sí, que se puede ser emprendedor dentro de cualquier empresa, dentro de cualquier actividad personal o familiar y no sólo laboral. Por el mismo motivo que se puede ser funcionario inquieto, o funcionario optimista, o funcionario creativo (aunque no abunden). Pero hoy el adjetivo emprendedor está quedando estigmatizado pegado cada vez más al sustantivo «parado», y a las personas que no tienen una mejor alternativa profesional.

Se puede ser parado emprendedor, y también profesor emprendedor, y ejecutivo emprendedor. Yo personalmente me considero empresario emprendedor. Empresario (con perdón) porque he conseguido formar y dirigir algunas empresas que ya funcionan y generan empleo, y emprendedor porque intento gestionarlas en una actitud continua de adaptación al cambio, de creación y de regeneración constante, de riesgo y apuesta permanente por asumir retos como única fórmula de supervivencia.

Sin embargo hace meses que pido que nadie me llame emprendedor, ni me invite a más charlas para dar consejos de emprendimiento. No me molestaba hasta hace poco, al igual que podían decir que soy alto, o pelirrojo, o creativo, o optimista…. Algunas actitudes vitales pueden ayudar en los negocios. Pero una actitud ante la vida no es una solución profesional, ni está restringida a los que no tienen empleo. Es una actitud que le pido a todos mis colaboradores y amigos profesionales, quieran montar una nueva empresa o quieran mejorar la empresa en la que trabajan probablemente por cuenta ajena.

Actitud emprendedora? Sí!,  ¡ por supuesto! … Con el talento de este país, si le sumamos este cambio de actitud en cada cosa que hacemos, no tenemos nada que envidiar a nadie.

Status de emprendedor?… No lo veo. Parece que hay tres posibilidades para que el que se quiere etiquetar así cuando se refiere a un autónomo:

– el 80% fracasará en 4 años (y no creo que nadie quiera cambiar al status de fracasado);

– o bien no conseguirá que su iniciativa prospere pero se las ingeniará para reconvertir su idea de manera ilimitada para permanecer en el glamuroso status de emprendedor de por vida (como el estudiante de por vida que acumula Masters como forma de ganar tiempo por la falta de opciones laborales)….

– y la tercera opción, conseguirá finalmente que su empresa funcione, y genere empleo para otros,… Bien!! Pero la mala noticia es que en este caso creo que la palabra emprendedor empieza a estar mal vista a partir de ¿50? ¿200 trabajadores? y tarde o temprano uno tiene que cambiarse el status a empresario (con perdón). Esta última fue, afortunadamente, mi situación hace tiempo que pasé de ingeniero emprendedor a empresario emprendedor. Quizá si no nos hubiéramos encargado de asociar tanto el sustantivo empresario con el adjetivo cabrón explotador, no tendríamos ahora que inventarnos nuevas palabras. Bien mirado, un emprendedor es alguien que quiere llegar a ser empresario. Y al fin y al cabo son los empresarios (y no los políticos) los únicos que crean empleo.

Señores, emprendan, por favor, pero como actitud ante la vida, mejorando su empleo actual o creándose uno nuevo si quieren. Pero recuerden que ser emprendedor no es un status, es sólo una actitud o un modo de trabajar, o un modo de buscar trabajo, o un modo de mantener tu trabajo reinventándolo cada día.

Después de dos años, Amazon ha cambiado

Después de dos años, Amazon ha cambiado la tienda de buyvip.com que desarrollamos en @medianet hace 6 años. No lo hicimos mal del todo ;-)

Innovador optimismo

Me he pasado todo el día escuchando presentaciones de proyectos de innovación, en el marco del http://www.hitbarcelona.com

Abré escuchado con atención unos 24 de los 28 proyectos (no tengo a mano ahora el programa y no lo digo con exactitud).

Son los mejores 25 proyectos de un concurso mundial de emprendedores realmente selecto + 3 proyectos finalistas por haber ganado concursos anteriores (acc10 y emprendedorXXI).

Lo que más me ha agradado es que la innovación estaba principalmente concentrada en temas de medicina, sostenibilidad, países en desarrollo, y sólo alguno de internet puro y duro.  Afortunadamente hoy no había ninguna red social vertical (bueno había unos del MIT con una aplicación para facebook que seguro que tiene futuro y que utilizaré como usuario, pero no nos desviemos)

Al margen de que estas sean las empresas que en unos años conquisten el mundo en sus respectivos frentes, lo importante es que si no son estas serán sus competencias y eso querrá decir que estamos luchando contra la tuberculosis, contra el cancer, contra el hambre y no sólo haciéndonos más sofisticados socialmente con el meta del metainternet y especulando por qué será el 3.0 ahora que nos aburre hablar ya de 2.0 por todos lados.

Ya elaboraré con algo más de calma algunas referencias para daros ejemplos pero hoy me quedo con la anécdota de que, de los 2 millones de virtual-euros que teníamos cada uno del público, para votar a las empresas y proyectos que más nos habían gustado, yo lo he repartido entre una empresa mejicana que permite diagnosticar el cáncer de colon con mayor precocidad, precisión y ahorro que los métodos actuales; otra empresa (también cancerígena) de UK que tiene sistemas de algoritmos genéticos para facilitar los tratamientos a medida para cada paciente; una empresa americana que tiene dispositivos de detección casi instantánea de tuberculosis in situ; y por último, una española que el tío me ha caído bien y que puede convertirse en el google musical además de que espero que ayude a que los derechos de autor se repartan como mínimo con objetividad.

Mañana seguiré en el Hit que realmente me está pareciendo interesante. Es una pena que me perdiera el primer día (miércoles) ya que he visto algunas crónicas/blogs y creo que hubo alguna ponencia realmente buena. De hecho os tengo que buscar el link porque en una de ellas daban muchos ejemplos de cómo se estira y estira la life-expenctancy (siguiendo con alguna entrada de hace un par de días).

Actualizacion viernes 19: Aquí os dejo los proyectos presentados en el track de emprendedores:  Lista de los proyectos presentados en el HIT Barcelona 2009

Finalmente los premios han sido:

– Premio mejor presentación: eccopixel

– Premio mejor proyecto con impacto social: Broccoli Project

– Tercer premio: Polyskin

– Segundo premio: Broccoli Project

– Primer premio: bmat (estaba nominado para la final por haber sido también anteriormente ganador del primer premio EmprendedorXXI otorgado por La Caixa)

Las ponencias de hoy muy interesante. Especialmente me ha gustado el prof. Kennet Morse. Supongo que googleando o youtubeando un poco habrá alguna presentación parecida a la que ha dado hoy (me habían contado alguna anécdota de su presentación de hoy). Realmente una persona que transmite una gran capacidad y conocimiento pero que especialmente la adereza con aparente sencillez, cercanía y muy buen humor.

Un saludo.